La contribución de los fenómenos atmosféricos en Puerto Rico sobre las poblaciones de insectos polinizadores tiene como repercusión una merma en la producción agrícola. Es de conocimiento general que las avispas, principal agente polinizador en los cultivos de gandules, están prácticamente al borde de la extinción en esta pequeña Isla. Son muchos los agricultores que han optado por "sembrar" colonias de avispas en sus plantíos con el firme propósito de que estos pequeños insectos, temidos por algunos, puedan recuperar la importante posición que antes tuvieron dentro de la agricultura local.
La situación se agrava con la reducción, en gran medida, de las abejas, otro de los insectos que juegan un papel protagónico en la polinización de las plantas. Las causas son fácilmente identificables, pero muy difícil de contrarrestar, especialmente en un país donde se reproduce tan prolíficamente el aedes aegypti, mosquito portador del dengue y que por diversos motivos no puede controlarse su reproducción de una manera efectiva por lo que muchos municipios optan por establecer un control dirigido a la población adulta de los mosquitos, a través del uso de pesticidas que terminan afectando a todos los insectos en general. Lo mismo pasa a nivel residencial, la situación se complica aún más debido a que la primera reacción de las personas es matar a las abejas, por el miedo a su ponzoña, mecanismo que utilizan exclusivamente cuando se ven amenazadas.
Recientemente se está llevando a cabo un estudio investigativo para determinar los efectos de los pesticidas, aparentemente inocuos para las abejas, en la comunicación y navegación de éstos laboriosos amigos de la humanidad.
La situación se agrava con la reducción, en gran medida, de las abejas, otro de los insectos que juegan un papel protagónico en la polinización de las plantas. Las causas son fácilmente identificables, pero muy difícil de contrarrestar, especialmente en un país donde se reproduce tan prolíficamente el aedes aegypti, mosquito portador del dengue y que por diversos motivos no puede controlarse su reproducción de una manera efectiva por lo que muchos municipios optan por establecer un control dirigido a la población adulta de los mosquitos, a través del uso de pesticidas que terminan afectando a todos los insectos en general. Lo mismo pasa a nivel residencial, la situación se complica aún más debido a que la primera reacción de las personas es matar a las abejas, por el miedo a su ponzoña, mecanismo que utilizan exclusivamente cuando se ven amenazadas.
Recientemente se está llevando a cabo un estudio investigativo para determinar los efectos de los pesticidas, aparentemente inocuos para las abejas, en la comunicación y navegación de éstos laboriosos amigos de la humanidad.
La Casa Agrícola El Rancho recomienda no matar a estos insectos, pero si por casualidad llega hasta su propiedad una colonia de abejas, buscando donde construir su colmena, aconsejamos se ponga en contacto con un apicultor cualificado, de no conocer a uno puede comunicarse con el Departamento de Agricultura o el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico.
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